BRC V.08: BRC. 05. CONTROL PRODUCTO – Apartado
El BRC Global Standard for Food Safety, conocido comúnmente como BRC, es una norma fundamental para garantizar la seguridad y la calidad de los productos alimenticios. Esta normativa es ampliamente reconocida y utilizada en numerosos países, proporcionando un marco robusto para gestionar los riesgos y cumplir con las normativas legales y de clientes.
En su versión 8 (V.08), el BRC establece una serie de requisitos meticulosos que las empresas deben seguir para asegurar la integridad y seguridad de sus productos. En particular, el apartado 05, titulado «Control de Producto», es crítico ya que se centra en los mecanismos necesarios para el correcto manejo y supervisión de los productos en todas las fases de producción.
Requisitos de Identificación y Trazabilidad
Uno de los aspectos más importantes de este apartado es la identificación y trazabilidad de los productos. Las empresas deben implementar sistemas que permitan rastrear un producto desde el proveedor hasta el cliente final. Esto es esencial para gestionar de manera eficiente cualquier incidencia que pueda surgir, como retiradas de productos del mercado o alertas de seguridad alimentaria.
Control de Contaminantes
El BRC también pone un énfasis significativo en el control de contaminantes. Las empresas deben asegurarse de que no haya riesgo de contaminación física, química o biológica a lo largo de la cadena de producción. Esto incluye la inspección y el mantenimiento regular de los equipos, así como la capacitación continua de los empleados en prácticas de higiene y seguridad.
Gestión de Alérgenos
La gestión de alérgenos es otro componente vital bajo el control de producto. Las empresas deben establecer protocolos para el etiquetado correcto de los alérgenos y asegurar que haya procedimientos adecuados para evitar la contaminación cruzada. Esto implica desde la correcta limpieza de las líneas de producción hasta la separación física de los ingredientes.
Conclusión
En resumen, el apartado 05 del BRC V.08 establece directrices claras y precisas para el control del producto a lo largo de toda la cadena de producción. La implementación estricta de estos protocolos no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también incrementa la confianza de los consumidores y clientes en la marca. Este nivel de diligencia y cumplimiento es fundamental para cualquier empresa que aspire a mantenerse competitiva en el exigente mercado global de hoy.
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